Como comenté en el anterior artículo, vamos a reflexionar un poco sobre la curación de contenidos. Si recordáis la infografía, estaba dividida en dos partes. En la primera estaba todo el ruido de la red: correo electrónico, páginas web, blogs, redes sociales, repositorios de materiales... Sin un método, sin una forma de organizar ese caos, la información no es útil y se convierte en un problema en lugar de una solución. Vamos a desglosar un poco más lo que significa el mediador, la curación de contenidos, ampliando el esquema anterior:
PASO 1: REFLEXIÓN
Nos tenemos que hacer dos preguntas respecto a la información. Las dos son importantes, y si un recurso no pasa los dos filtros, nos deberíamos plantear dejarlo de lado. Lo primero, qué merece la pena. Y lo segundo, por qué. Si encontramos un artículo y nos parece gracioso, puede mercernos la pena. Pero, ¿para qué? El mero entretenimiento no sirve como gestor de información, así que si no tiene una utilidad para nosotros en nuestro ámbito profesional, mejor olvidarnos de él y dejarlo para esos momentos de asueto mental.
PASO 2: GESTIÓN
Tenemos ya esa página que nos gusta. Ese blog, esa wiki, ese repositorio ftp. Nos es útil, lo podemos usar para nuestra labor o nos servirá como referencia futura. Ahora, ¿cómo lo tratamos? Si lo añadimos a nuestros favoritos, se quedará criando polvo hasta que nuestra mente, que tiene otras cosas mejores en las que pensar, se digne a recordarlo. Además, dependiendo del navegador, lo tendremos disponible (o no) en múltiples terminales.
Lo primero que nos tenemos que preguntar es cómo consultar. Hay múltiples cosas que podemos hacer para mejorar nuestras búsquedas de información, cómo podéis ver en este artículo. Si usamos las preguntas correctas, tendremos las respuestas adecuadas.
Una vez localizado el recurso, nos tenemos que preguntar cómo tratarlo. Dependiendo del recurso, puede haber diferentes formas de hacerlo:
- Si es un "recurso de cabecera", es decir, un recurso que nos va a proporcionar información en un momento que desconocemos y que no nos queremos perder, tenemos que introducirnos en el maravilloso mundo de la sindicación y del rss. El primero que utilicé fue Bloglines, y cuando murió me pasé a Google Reader. Éste también me falló, y me pasé a Feedly. No me arrepiento.
- Si es una persona, podemos seguirla en Twitter o Facebook con facilidad.
- Si es una idea que nos ha gustado, una imágen, un artículo... podemos hacer varias cosas. Podemos guardarlas, ya sea en nuestra clásica carpeta de Mis Documentos o en la nube. Google Drive, Box y Dropbox pueden ayudarte a tener los recursos que necesitas al alcance de la mano en diferentes dispositivos y plataformas. También puede utilizar recursos de marcadores online que, como extra, sirven como red social, como Diigo y Pinterest. Diigo te puede servir como lista de lecturas, y Pinterest como panel de ideas. Además, puedes compartir tus lecturas y tus ideas con millones de usuarios, así que, ¡anímate y date un paseo por ahí, verás que gozada!
PASO 3: EFICACIA
Gracias a nuestra labor de reflexión y filtrado, hemos localizado recursos y personas que nos son útiles y a las que seguimos sin dificultad gracias a los agregadores y a los marcadores. Así que ya nos queda lo más gratificante: ¡poner en práctica todo lo que hemos aprendido!
Espero que os haya resultado de utilidad mi pequeña reflexión sobre la curación de contenidos.
¡Muchas gracias a todos!
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